#斗鱼黄金大奖赛第七季# 【循环赛AB组第二场】
恭喜@BA-W电子竞技俱乐部 5杀吃鸡!本局韦神上演个人秀为队伍拿到许多分数后出局,决赛圈场上还剩5队15人。SSS与D7G火拼,太阳神拯救队伍1V3淘汰SSS后出局,JTG独狼被架死在圈外,决战时刻,LGE与BA正面对决,BA拉开枪线将对方逐个击破,成功吃鸡!精彩的一局!
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工信部近日曝光了一款疑似为“vivo Z3之延续”的新机,该机基于一颗主频2.0GHz的八核心处理器打造,拥有一块6.38英寸2340×1080分辨率的AMOLED水滴屏,并支持屏下指纹识别。前置摄像头为1600万像素,后置三摄则为1600万+800万+200万像素。
其它配置方面,页面显示该机内置4390毫安时的电池,并提供4GB/6GB RAM+128GB ROM这两种版本可供选择。至于为什么说这款新机可能是新一代Z3?因为它的数字型号为V1913T,而vivo Z3 670和710版本的数字型号分别为V1813BA和V1813BT。
其它配置方面,页面显示该机内置4390毫安时的电池,并提供4GB/6GB RAM+128GB ROM这两种版本可供选择。至于为什么说这款新机可能是新一代Z3?因为它的数字型号为V1913T,而vivo Z3 670和710版本的数字型号分别为V1813BA和V1813BT。
#墨西哥政治##拉美政治# 【Hay de populismos a populismos: AMLO no es Bolsonaro ni Donald Trump, afirma Jon Lee Anderson 】"Jon Lee Anderson define a López Obrador: “Puede tener sus fallas, sus defectos, puede ser un poco mesiánico, quizás, pero vive en un estado en donde tiene muchos atenuantes. La esencia mexicana es democrática. Con todo lo que le ha pasado tiene una vida cívica muy profunda y una muy amplia y profunda cultura, él está cercano a ese mundo de la cultura. Cuando había pasado un tiempo con él, en varios viajes, medité esa cuestión del populismo, tiene aspectos de populista, pero hay populismos y hay populismos”. El gran reportero Jon Lee Anderson (California, 1957) viene de estar en la toma de posesión de Andrés Manuel López Obrador. Lo conoce, aunque no ha podido estar ayer con él, pues el Presidente de México atendía a los Jefes de Estado y “tampoco era mi intención”, aclara el reciente autor de Guerrillas (Sexto Piso), un libro en el que él practica la “nostalgia”. Ha venido a presentarlo a la Feria Internacional del Libro en Guadalajara.
Guerrillas es un libro raro y Jon Lee lo escribió en tiempo presente. Sobre todo porque luego del gran triunfo del capitalismo a los guerrilleros, se los “llama terroristas”.
“Esto de la globalización ha unificado el lenguaje”, dice, “aunque hace apenas medio siglo la figura del guerrillero era el símbolo por antonomasia de la lucha para la transformación de la sociedad por la vía armada. Más allá de su éxito específico para tomar el poder en Cuba, la revolución del Che y de Fidel sirvió de inspiración para cientos de movimientos a lo largo y ancho del mundo, la enorme mayoría de los cuales no consiguió su objetivo último”. Jon ha viajado para conocer las realidades de los muyahidines de Afganistán, el FMLN de El Salvador, el Ejército de Liberación Nacional Karen de Birmania, el Frente Polisario del Sáhara Occidental y células palestinas que luchaban contra Israel en la Franja de Gaza. Quiere fundamentalmente “comprender qué es lo que motiva a la gente común para ir a la guerra, para tomar la decisión consciente de matar y morir por un ideal que existe, al menos al comienzo, tan sólo en sus cabezas. Me pareció que el primer paso era el crucial, pues implicaba el cruce de una línea invisible, hacia un territorio en donde la muerte, y no la vida, era la principal certidumbre”, afirma.
No es sólo nostalgia lo que puebla este libro: es también una mirada hacia el futuro, con “algunos Trump” que se repiten en el mundo y con Jair Bolsonaro que no se parece “en nada a Andrés Manuel López Obrador, un tipo empático, que siempre ha servido para la gente”, considera Jon Lee.
–Me parece que el libro Guerrillas es como una nostalgia tuya…
–De momento sí. Los guerrilleros de ayer ya son políticos en algunos casos, en otros casos se han hecho presidentes, otros tienen ONGs y las guerrillas de hoy son terroristas o criminales. EA lo que voy, es que no soy catastrofista pero, ¿quién hubiera pensado en que una rata, un malandro como Trump, llegaría a la Casa Blanca y degradaría a la democracia como lo está haciendo? ¿Quién hubiera pensado que después de Lula vendría alguien como Bolsonaro a Brasil? ¿Quién pensaría que Andrés Manuel López Obrador llegaría al poder en México, como un contrabalance?
–Y Andrés Manuel en el Gobierno.
–Es un momento muy interesante. Estamos en un momento en el que todo es posible y no descartaría, ojalá que no, ojalá que todo esto que vemos alrededor lo resolvamos de forma cívica, pero si entran muchos más Trump en el mundo, temo que volveremos a la lucha armada.
–La derecha dice que hay una fragilidad de la democracia, porque los votos ponen a Bolsonaro en el poder y ponen a Andrés Manuel en el poder y dice que los dos son como una especie de populismo. ¿Qué piensas tú?
–La primera parte de tu frase no hay que adjudicarlo sólo a la derecha: la democracia es frágil. Adolf Hitler mataba a un montón de gente mientras era votado; es decir, usando artimañas no legales. Trump usaba herramientas de la propaganda negra para entrar, Bolsonaro también. A ver, la primera parte de la frase está bien: la democracia es frágil. Cuidémosla porque es lo único que tenemos. Pensemos en Europa, ¿por qué siempre hablamos de Suecia? Con todas sus flaquezas, con su variopinta idiosincrasia, ¿por qué Brexit es tan importante? Después de mil años de lucha que fue de Europa hace unos cuantos años: un baño de sangre y ahora es el último recinto de la democracia bajo mucho riesgo de desaparecer. Los Estados Unidos ya está en lucha de salvar lo que tiene, con todas sus flaquezas de ese país pero con todo su poderío en los demás países, innegable. América Latina está a expensas de todos. La última parte de tu frase, que comparaba a Jair Bolsonaro con Andrés Manuel López Obrador: si bien ambos son resultados de esta circunstancia política que vivimos, Bolsonaro más que Andrés Manuel (quien ha estado en el escenario político desde hace muchos años y que tiene su lógica dentro de la idiosincrasia mexicana), Bolsonaro es más producto de esta coyuntura. Es un populista de derecha, sí, muy reaccionario, muy ultra, pero que de todos modos me hace recordar a un populista del pasado.
–¿A un populista del pasado?
–Sí. Como Roberto d’Aubuisson en El Salvador. No llegan al poder pero sí matan a mucha gente. Es el mismo discurso. Es más, Bolsonaro está reflotando el discurso de la Guerra Fría, el anticomunismo. En eso, la combinación con Trump, con Salvini, con Putin, todo es muy nefasto y peligroso. López Obrador, después de perfilarlo y de estar con él durante un tiempo, te diría: no lo sé. Es enigmático. Es un tipo empático no apático ni antipático. No es un narcisista como Trump. No parece impulsado por las nociones de venganza o de querer dañar sectores de la población o del mundo, como Trump. Parece que eso es lo que lo motiva a Trump. Lo mismo a Bolsonaro, es un tipo reaccionario, quiere perseguir y castigar, algo que no oigo salir de la boca de Andrés Manuel. Puede tener sus fallas, sus defectos, puede ser un poco mesiánico, quizás, pero vive en un estado en donde tiene muchos atenuantes. La esencia mexicana es democrática. Con todo lo que le ha pasado tiene una vida cívica muy profunda y una muy amplia y profunda cultura, él está cercano a ese mundo de la cultura. Cuando había pasado un tiempo con él, en varios viajes, medité esa cuestión del populismo, tiene aspectos de populista, pero hay populismos y hay populismos. La derecha lo quería llamar “El Trump mexicano” y yo, que siempre rechacé esa idea, incluso tuve una discusión con mis editores, quería en todo momento negar calidad a esa frase, porque eso no es cierto. Por las mismas razones que acabo de decir, no es narcisista ni antipático, es empático, puede ser que tenga una idea de sí mismo, pero muchos líderes tienen un ego fuerte, yo no dudo que lo tenga, pero es un tipo que ha vivido para los demás en muchos casos, no es el caso de Trump, que ha vivido por sí mismo toda la vida. Es un espectro y va desde lo positivo hasta lo más negativo. Beto O’Rourke, en Texas, que ha querido ganarle a este pendejo republicano de Ted Cruz –que finalmente ganó- tiene algunas cosas de populistas, populista a lo gringo, es un hombre guapo, que habla fuerte ante las multitudes, políticamente astuto, quizá algo camaleónico que hay que ser para saber qué es lo que quieren ver y escuchar la gente, que para uno, si lo miramos fríamente es un performance. Vamos a ver, recién empieza su mandato y vamos a poder juzgar a Andrés Manuel López Obrador dentro de unos años. Lo que sí es que hay populismos de muy diferente índole y el estatus quo ha posibilitado de que gente que no tiene condiciones de político y que en cierto sentido no son más que populistas, llegan al poder. Un payaso en Guatemala, por ejemplo. Un cómico respaldado por los militares es el Presidente actual de Guatemala. Aparentemente es corrupto.
–¿Cómo ves el caso de Brasil? Ayer charlaba con varios brasileños que me decían de su optimismo, que hay que esperar.
–Yo acabo de estar en Brasil. Llegué ayer. Estuve cerca de Bolsonaro, hablé con su número 2; es interesante, es como un pacto militar-evangélico y empresarial que respalda a Bolsonaro. La izquierda hizo todo mal. No supo políticamente maniobrar, mira cómo están. En Brasil hay mucho paralelismo con Trump.
–¿Cómo viste a Maduro aquí en México?
–Lo vi abucheado en el recinto del Congreso. López Obrador estaba en su derecho de invitarlo y recuperar la neutralidad de la política exterior de México, creo que es muy importante eso. México mantiene cierta altura en lo que respecta al diferendo con Maduro, los otros países que no están ni con Cuba ni con Venezuela, que son casi todos, ya lo han llamado dictador, Maduro no tiene interlocución. México puede operar, puede hablar, puede ocupar ese rol, los demás han entregado sus cartas a Trump."
Guerrillas es un libro raro y Jon Lee lo escribió en tiempo presente. Sobre todo porque luego del gran triunfo del capitalismo a los guerrilleros, se los “llama terroristas”.
“Esto de la globalización ha unificado el lenguaje”, dice, “aunque hace apenas medio siglo la figura del guerrillero era el símbolo por antonomasia de la lucha para la transformación de la sociedad por la vía armada. Más allá de su éxito específico para tomar el poder en Cuba, la revolución del Che y de Fidel sirvió de inspiración para cientos de movimientos a lo largo y ancho del mundo, la enorme mayoría de los cuales no consiguió su objetivo último”. Jon ha viajado para conocer las realidades de los muyahidines de Afganistán, el FMLN de El Salvador, el Ejército de Liberación Nacional Karen de Birmania, el Frente Polisario del Sáhara Occidental y células palestinas que luchaban contra Israel en la Franja de Gaza. Quiere fundamentalmente “comprender qué es lo que motiva a la gente común para ir a la guerra, para tomar la decisión consciente de matar y morir por un ideal que existe, al menos al comienzo, tan sólo en sus cabezas. Me pareció que el primer paso era el crucial, pues implicaba el cruce de una línea invisible, hacia un territorio en donde la muerte, y no la vida, era la principal certidumbre”, afirma.
No es sólo nostalgia lo que puebla este libro: es también una mirada hacia el futuro, con “algunos Trump” que se repiten en el mundo y con Jair Bolsonaro que no se parece “en nada a Andrés Manuel López Obrador, un tipo empático, que siempre ha servido para la gente”, considera Jon Lee.
–Me parece que el libro Guerrillas es como una nostalgia tuya…
–De momento sí. Los guerrilleros de ayer ya son políticos en algunos casos, en otros casos se han hecho presidentes, otros tienen ONGs y las guerrillas de hoy son terroristas o criminales. EA lo que voy, es que no soy catastrofista pero, ¿quién hubiera pensado en que una rata, un malandro como Trump, llegaría a la Casa Blanca y degradaría a la democracia como lo está haciendo? ¿Quién hubiera pensado que después de Lula vendría alguien como Bolsonaro a Brasil? ¿Quién pensaría que Andrés Manuel López Obrador llegaría al poder en México, como un contrabalance?
–Y Andrés Manuel en el Gobierno.
–Es un momento muy interesante. Estamos en un momento en el que todo es posible y no descartaría, ojalá que no, ojalá que todo esto que vemos alrededor lo resolvamos de forma cívica, pero si entran muchos más Trump en el mundo, temo que volveremos a la lucha armada.
–La derecha dice que hay una fragilidad de la democracia, porque los votos ponen a Bolsonaro en el poder y ponen a Andrés Manuel en el poder y dice que los dos son como una especie de populismo. ¿Qué piensas tú?
–La primera parte de tu frase no hay que adjudicarlo sólo a la derecha: la democracia es frágil. Adolf Hitler mataba a un montón de gente mientras era votado; es decir, usando artimañas no legales. Trump usaba herramientas de la propaganda negra para entrar, Bolsonaro también. A ver, la primera parte de la frase está bien: la democracia es frágil. Cuidémosla porque es lo único que tenemos. Pensemos en Europa, ¿por qué siempre hablamos de Suecia? Con todas sus flaquezas, con su variopinta idiosincrasia, ¿por qué Brexit es tan importante? Después de mil años de lucha que fue de Europa hace unos cuantos años: un baño de sangre y ahora es el último recinto de la democracia bajo mucho riesgo de desaparecer. Los Estados Unidos ya está en lucha de salvar lo que tiene, con todas sus flaquezas de ese país pero con todo su poderío en los demás países, innegable. América Latina está a expensas de todos. La última parte de tu frase, que comparaba a Jair Bolsonaro con Andrés Manuel López Obrador: si bien ambos son resultados de esta circunstancia política que vivimos, Bolsonaro más que Andrés Manuel (quien ha estado en el escenario político desde hace muchos años y que tiene su lógica dentro de la idiosincrasia mexicana), Bolsonaro es más producto de esta coyuntura. Es un populista de derecha, sí, muy reaccionario, muy ultra, pero que de todos modos me hace recordar a un populista del pasado.
–¿A un populista del pasado?
–Sí. Como Roberto d’Aubuisson en El Salvador. No llegan al poder pero sí matan a mucha gente. Es el mismo discurso. Es más, Bolsonaro está reflotando el discurso de la Guerra Fría, el anticomunismo. En eso, la combinación con Trump, con Salvini, con Putin, todo es muy nefasto y peligroso. López Obrador, después de perfilarlo y de estar con él durante un tiempo, te diría: no lo sé. Es enigmático. Es un tipo empático no apático ni antipático. No es un narcisista como Trump. No parece impulsado por las nociones de venganza o de querer dañar sectores de la población o del mundo, como Trump. Parece que eso es lo que lo motiva a Trump. Lo mismo a Bolsonaro, es un tipo reaccionario, quiere perseguir y castigar, algo que no oigo salir de la boca de Andrés Manuel. Puede tener sus fallas, sus defectos, puede ser un poco mesiánico, quizás, pero vive en un estado en donde tiene muchos atenuantes. La esencia mexicana es democrática. Con todo lo que le ha pasado tiene una vida cívica muy profunda y una muy amplia y profunda cultura, él está cercano a ese mundo de la cultura. Cuando había pasado un tiempo con él, en varios viajes, medité esa cuestión del populismo, tiene aspectos de populista, pero hay populismos y hay populismos. La derecha lo quería llamar “El Trump mexicano” y yo, que siempre rechacé esa idea, incluso tuve una discusión con mis editores, quería en todo momento negar calidad a esa frase, porque eso no es cierto. Por las mismas razones que acabo de decir, no es narcisista ni antipático, es empático, puede ser que tenga una idea de sí mismo, pero muchos líderes tienen un ego fuerte, yo no dudo que lo tenga, pero es un tipo que ha vivido para los demás en muchos casos, no es el caso de Trump, que ha vivido por sí mismo toda la vida. Es un espectro y va desde lo positivo hasta lo más negativo. Beto O’Rourke, en Texas, que ha querido ganarle a este pendejo republicano de Ted Cruz –que finalmente ganó- tiene algunas cosas de populistas, populista a lo gringo, es un hombre guapo, que habla fuerte ante las multitudes, políticamente astuto, quizá algo camaleónico que hay que ser para saber qué es lo que quieren ver y escuchar la gente, que para uno, si lo miramos fríamente es un performance. Vamos a ver, recién empieza su mandato y vamos a poder juzgar a Andrés Manuel López Obrador dentro de unos años. Lo que sí es que hay populismos de muy diferente índole y el estatus quo ha posibilitado de que gente que no tiene condiciones de político y que en cierto sentido no son más que populistas, llegan al poder. Un payaso en Guatemala, por ejemplo. Un cómico respaldado por los militares es el Presidente actual de Guatemala. Aparentemente es corrupto.
–¿Cómo ves el caso de Brasil? Ayer charlaba con varios brasileños que me decían de su optimismo, que hay que esperar.
–Yo acabo de estar en Brasil. Llegué ayer. Estuve cerca de Bolsonaro, hablé con su número 2; es interesante, es como un pacto militar-evangélico y empresarial que respalda a Bolsonaro. La izquierda hizo todo mal. No supo políticamente maniobrar, mira cómo están. En Brasil hay mucho paralelismo con Trump.
–¿Cómo viste a Maduro aquí en México?
–Lo vi abucheado en el recinto del Congreso. López Obrador estaba en su derecho de invitarlo y recuperar la neutralidad de la política exterior de México, creo que es muy importante eso. México mantiene cierta altura en lo que respecta al diferendo con Maduro, los otros países que no están ni con Cuba ni con Venezuela, que son casi todos, ya lo han llamado dictador, Maduro no tiene interlocución. México puede operar, puede hablar, puede ocupar ese rol, los demás han entregado sus cartas a Trump."
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